Detrás de las memorables puestas en escena de los actores y actrices,
de los escenarios, de la banda sonora, hay una mano que mueve los hilos del
producto final que disfrutamos en las salas de cine y los teatros, este
personaje fascinante es el director o
realizador, actualmente se le conoce como “director artístico”.
Con
el paso de los años, la figura del director ha adquirido gran importancia, pues en en la época de oro de Hollywood la persona más importante en la creación de una película era el
productor, y el personaje más relevante era el actor o la actriz, y
el director era, en la mayoría de los casos, un técnico que dirigía cada
día la filmación, hoy día el director es considerado el autor y/o cerebro de
la película.
Seguramente,
amigos, se estarán preguntando la cantidad de directores que habrán hecho
filmes desde la primera proyección hecha por los hermanos Lumière en 1895, pues
han pasado nada más y nada menos que 125 años de historias increíbles, polémicas,
inspiradoras y de los hombres que las hicieron posibles.
Tú que disfrutas de las películas, seguramente tendrás tus preferidas,
por tanto, tendrás tus directores predilectos. Pero, la verdad, el talento de
un director se mide en base a sus propuestas estéticas y no en la cantidad de
público que convoca a las salas de cine, por ello, la crítica especializada (Sight
& Sound, Revista Internacional de Cine) clasifica a los directores en dos
grandes grupos: Los comerciales y los
desconocidos, ambos brillantes,
verdaderos artistas de la puesta en escena, pero con propuestas estéticas tan
disímiles que hace que no puedan coexistir en el mismo universo creativo.
Por
eso amigos, hay directores vetados y aplaudidos; los vetados lo están porque
sus propuestas estéticas resultan “ofensivas” para criterios conservadores, es
el caso del director japonés Nagisa Oshima, autor de un clásico del cine que ha
sido motivo de controversias por más de treinta años (El imperio de los sentidos, 1976), como él, otros brillantes directores
han visto cuestionarse sus películas, es el caso de Pier Paolo Pasolini (1922-1975),
pupilo del gran Federico Fellini (1920-1993), quien vio prohibidas sus
películas en varios países, hoy consideradas clásicos y exhibidas en festivales
de cine alrededor del mundo.
Como homenaje a los grandes directores, a continuación te describimos una pequeña muestra de los mejores
directores de cine de la historia junto a su película más emblemática, sin discriminaciones
estéticas ni de otra índole, pues nuestro interés es que conozcas el arte y la
estética de estos artistas y que, si tienes la oportunidad, no te pierdas su
maravilloso arte cinematográfico, todas,
obras maestras:
Orson Welles (Ciudadano
Kane, 1941); Alfred Hitchcock (Psicosis,
1960); Akira Kurosawa (Los
siete samuráis, 1954); Stanley Kubrick (La
naranja mecánica, 1970); Federico Fellini (La dolce vita, 1960); Charles [Charlie] Chaplin (El gran dictador, 1940); Cecil B.
DeMille (Los diez mandamientos,
1956); Steven Spielberg (E.T,
1982); George Lucas (La guerra de las
galaxias, 1977); Francis Ford
Coppola (El Padrino, 1972);
Martin Scorsese (La edad de la
inocencia, 1993); Woody Allen (Annie
Hall, 1977); Roman Polanski (El bebé
de Rosemary, 1968); Jonathan Demme (El silencio de los corderos, 1991). Más
recientemente destacan: Stephen Daldry (Las
Horas, 2002; El Lector, 2008); (Ridley
Scott, Alien, el octavo pasajero,1979);
James Cameron (Terminator, 1984; Titanic, 1997).
Los criterios estéticos y artísticos de los
directores los ubican dentro de los llamados géneros; sin embargo, sin importar
cuál es el género y el estilo de los directores, ten en cuenta que
ante todo estamos hablando de arte en su máxima expresión. En otra oportunidad hablaremos del cine de autor.